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Dado que la infraestructura moderna es responsable del 70% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, se debe promover una economía baja en carbono en las próximas décadas para abordar este problema. Sin embargo, en América Latina, el nivel de inversión del producto interno bruto (PIB) en infraestructura no ha alcanzado las metas de crecimiento verde en los últimos años. En el caso de Colombia, se necesita un 7% del PIB por año, frente al actual nivel de inversión de 3,6%.

Ante este enorme desafío, el Reino Unido y el Grupo BID han formado una alianza para construir y entregar el Programa de Infraestructura Sostenible (UKSIP), respectivamente, para reducir las emisiones e impulsar un cambio transformador. El programa, una asociación entre el Banco Interamericano de Desarrollo y los países anglosajones, proporciona $ 230 millones (£ 177 millones) entre 2018 y 2022 y tiene como objetivo aumentar la inversión del sector privado en infraestructura sostenible con bajas emisiones de carbono. El plan se basa en el Marco de Infraestructura Sostenible.

Rumbo a la sostenibilidad
Las empresas del sector privado están llamadas a ser agentes y líderes de cambio para construir una sociedad más justa, pacífica, democrática y respetuosa con el medio ambiente.

  • Productos y servicios que le ayuden a ser sostenibles: La actual dinámica de negocios del mundo exige que todas las organizaciones evolucionen hacia procesos verdes y limpios. Esto solo se alcanzará, si se implementan soluciones que convergen en tecnologías de analítica, inteligencia artificial, entre otras, las cuales además de incrementar los índices de productividad, permiten configurar modelos que permitan optimizar insumos y materias primas, entre ellos, el de la energía. Un uso racional de este recurso, se convierte en uno de los ejes que permite reducir las emisiones de CO2.
  • Desarrollo de sistemas de autogeneración alternativos: la luz solar y las corrientes de vientos son fuentes de generación de energía que ofrecen beneficios de disponibilidad y precio. Organizaciones de diferentes sectores han optado por desarrollar sistemas fotovoltaicos los cuales además de permitirles ser autosuficientes, ahorran costos y fomentan un consumo controlado.
  • Reducción en el uso de combustibles fósiles: Las emisiones generadas por la combustión en los procesos logísticos de despacho tiene un amplio impacto en el medio ambiente. Es por eso, que las organizaciones deben reemplazar sus flotas de transporte con automóviles eléctricos. En Colombia, Schneider Electric ya ha dado el primer paso hacia una movilidad limpia, con la adquisición de un carro utilitario 100% eléctrico el cual, además de garantizar la entrega oportuna de productos, cuenta con características y funcionalidades para reducir las emisiones de CO2.
  • Establecer sistemas de economía circular: Se trata esencialmente de mecanismos con los que se da una mayor vida útil a materias primas como el plástico, el papel, cartón, algunos metales, entre otros, para desarrollar nuevos productos. El establecer una estrategia de reciclaje efectiva, se convierte en uno de los pilares para garantizar un crecimiento sostenible en el tiempo de las organizaciones.